Publicado el 13 de noviembre
de 2014 a la(s) 16:17
El estudiante de periodismo Fernando Raymondi Uribe, colaborador de la
revista Caretas y estudiante del último año de periodismo, quien investigaba
sobre el crimen organizado, el narcotráfico y la corrupción en la provincia de
Cañete fue asesinado el último domingo 9 de noviembre.
El asesinato ocurrió aproximadamente a las 8 y 20 de la noche, cuando el
periodista junto a su amigo Diego Ormeño, también estudiante de periodismo y
colaborador en prácticas profesionales en la revista Caretas, se encontraban en
la puerta del domicilio de la Calle 28 de Julio N° 395, donde su padre tiene
una pequeña bodega. Ellos estaban a punto de cerrar la tienda, cuando oyeron el
ruido de una mototaxi. Dos sujetos que tenían puestas gorras negras de lana que
les tapaban la cabeza y las cejas, bajaron portando armas de fuego en la mano.
Uno de ellos, ordenó a Ormeño que se largue del lugar. Éste se metió
rápidamente al interior del domicilio. El otro sujeto apuntó con el revólver al
periodista obligándole a ingresar a la tienda. En ese momento, alertado por los
gritos de los malhechores, Hilario Raymondi, padre del periodista salió y se
encontró con la escena. Uno de los delincuentes les gritó “¡Dónde está la
plata!”, el anciano les señaló una vitrina llena de galletas donde había dinero
y rápidamente fue al lugar para sacarlo y entregárselo. En ese instante uno de
los sujetos apuntó a su hijo. El hombre intentó desesperado disuadir al
delincuente que no le hiciera daño a su hijo, pidiendo con las manos que baje
el arma. El delincuente disparó contra el periodista. Tras el impacto de bala
en el pecho, el periodista cayó al piso. Los criminales huyeron sin robar nada.
El padre del joven, recién a las 8 y 40 de la noche pudo conseguir ayuda
para trasladar a su hijo al hospital Rebaza, luego de haber acudido desesperado
a la estación de bomberos N° 49 que se ubica frente a su domicilio, quienes no
pudieron socorrerlo porque la ambulancia estaba descompuesta y el camión
cisterna no tenía llaves. Tampoco lo hizo la empresa de luz, Edecañete SA,
colindante a la estación de bomberos, en la que nadie le abrió la puerta. En la
Comisaría del lugar no encontró a ningún policía de servicio. Sólo un conductor
de un vehículo station wagon que transitaba por la calle le prestó la ayuda. El
periodista murió camino al hospital.Según el resultado del examen de necropsia
practicada a Raymondi Uribe se sabe que la bala que impactó su cuerpo fue
disparada a metro y medio de distancia e ingresó en picada a su tórax
izquierdo. Pasó muy cerca de su corazón y le perforó un pulmón. El arma
utilizada por los criminales fue un revólver calibre 38.
La Policía de la División Policial de Cañete, a cargo del Coronel PNP
Miguel Angel Nuñez Polar, tardó dos horas en llegar a la escena del crimen.
Ocho horas después del asesinato, cuatro efectivos de la División de Homicidios
de Lima llegaron a la vivienda donde se velaban los restos del
periodista. Los operativos para la captura de los delincuentes recién empezaron
el lunes 10, a las 6 de la mañana. Cinco sospechosos han sido detenidos,
quienes vienen siendo investigados para confirmar su participación en el
asesinato. El fiscal adjunto provincial de la Primera Fiscalía Corporativa de
Cañete, Luis Raúl Samaniego Ramos, es el responsable de la investigación de
este crimen.
El joven que estudiaba y trabajaba en Lima, visitaba a su padre los
fines de semana en su natal Cañete. Según informó la revista Caretas, él había
estado investigando el desborde de la extorsión y sicariato en esa localidad.
El medio publicó que recientemente había realizado averiguaciones en el Mercado
de Chocos, en San Vicente de Cañete, y en el Mercado Nuestra Señora del Carmen
de Imperial, donde recogió valiosa información periodística, fuentes le habían
manifestado sobre víctimas de extorsión que habrían contratado sicarios para
eliminar a los propios extorsionadores.
Adelantando opinión y sin tener en cuenta que las investigaciones no han
terminado el director general de la Policía Nacional del Perú, General PNP José
Flores Goicochea, aseguró que este crimen no es un caso de “sicariato”, sino de
un intento de asalto con consecuente muerte, descartando que el crimen esté
ligado al ejercicio periodístico.
El padre del periodista, durante el sepelio, clamó justicia para
que la muerte de su hijo no quede impune y se castigue a los responsables.
La Asociación Nacional de Periodistas del Perú - ANP Cañete emitió un
pronunciamiento expresando su indignación y rechazo por el asesinato del
periodista y solicitó al Ministerio Público y a la Policía Nacional del Perú,
debida diligencia en las investigaciones para la pronta captura y ubicación de
los criminales y que el Poder Judicial, encargado del juzgamiento y la sanción,
los condené con el rigor que exige la ley. También expresaron su solidaridad a
la familia y convocaron a una marcha por la paz y la justicia.
En la localidad de San Vicente de Cañete existen enfrentamientos entre
bandas relacionadas a seudosindicatos de construcción civil, que se disputan la
edificación de obras en los balnearios del sur del Perú, que ha dado origen a
la violencia incontrolada de asesinatos por encargo.
_______
Esta alerta es responsabilidad de la Asociación Nacional de Periodistas
del Perú.
Para mayor información contactar con Roberto Mejía Alarcón, responsable
de la Oficina de los Derechos Humanos del Periodista; Zuliana Lainez y Juana
Valderrama. Jirón Huancavelica 320, oficina 504, Lima-Perú. Tel (511) 4270687.
Fax (51 1)
4278493E.mail: anp@amauta.rcp.net.pe; ofip.peru@gmail.com Web: www.anp.org.pe
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